3 abr 2020

EL ANZUELO



Las casas de apuestas, bingos y apuestas por internet , han proliferado de tal forma que dan lugar al considerable aumento de ludópatas, y en consecuencia a la aparición de quejas de asociaciones pidiendo la limitación de licencias de estos negocios e incluso su prohibición.

Admito la justificación de estas quejas, y apoyo que se implanten normas de regulación de funcionamiento y ubicación de este tipo de establecimientos, admitiendo también que la prohibición nos llevaría a una situación de un pasado indeseable, el de la dictadura, cuando el juego legal se limitaba a la lotería oficial, quinielas, hipódromos  y poco más.

Saco a relucir este asunto por la indignación que me provocan los anuncios que estos negocios emiten por las cadenas de televisión, los cuales suelen terminar con el ofrecimiento de regalo de un bono para poder iniciarse en el juego. Me recuerda a los camellos que en las cercanías de los institutos ofrecían los chutes a los jóvenes estudiantes, una forma de iniciarlos al consumo  con una ínfima inversión de pronta amortización.
Cuando los consejos de administración de los negocios del juego, deciden ofrecer el bono para apostar, me los imagino haciendo los siguientes razonamientos: Ofrecemos bonos de 20€, si  los aceptan 100 personas  hemos realizado un gasto en la cuenta de promociones de 2.000€. Sabemos que un 3% de las personas que juegan por primera vez acaba por sacarle gusto al juego acabando en los brazos de la ludopatía, con la aparición de 3 nuevos ludópatas, la amortización de la inversión se realiza en un corto plazo.