La Guerra de los Mundos, de H.G. Wells

Acabo de terminar la lectura de la novela de ciencia ficción La Guerra de los Mundos, de H.G. Wells
   
Esta novela del siglo XIX ha dado lugar a la película del mismo título, de Steven Spileberg, que alguien ha calificado como  la que hasta ahora es la mejor película de ciencia ficción del XXI  

Y aunque dentro de mi familia se me considera un aficionado a hacer spoilers, ( juro que involuntariamente), en está ocasión he tenido la prudencia de no argumentar el porqué la recomiendo para estos días de confinamiento por la pandemia del coronavirus. 

En España el coronavirus transforma todas las cadenas de TV en TELEBASURAS

Ayer en "A vivir que son dos días" de la cadena SER, Javier del Pino hablando con Elvira Lindo dijo: No se debe emplear cuatro horas con una noticia que se puede dar perfectamente en cuatro minutos.

Estaban criticando las tertulias de la televisión basura en esos programas que se dedican a marear la perdiz, y en particular al de Ana Rosa Quintana con Inda de estrella televisiva.

La frase de Javier del Pino se debe aplicar no solamente a la telebasura sino también a programas que se autodenominan de actualidad informativa, que tienen como monotema el coronavirus. La SEXTA debería aplicarse el cuento.

VÁYASE SEÑOR GONZÁLEZ

En 1994 Felipe González tuvo un fuerte enfrentamientoen el Debate sobre el Estado de  laNación, su contrincante el líder de la oposición, José María Aznar pronunció su yamítica frase: "Váyase señor González, no le queda ninguna otra salidahonorable".

Actualmente los dos, el autor de la frase y elreceptor de la misma, se presentan en público como coleguillas de toda la vida,ambos tirando políticamente en la misma dirección.

Creo que deberían, apoyándose en aquella fraselanzar otra muy apropiada con el momento actual: “POR EL BIEN DE ESPAÑA,VAYÁMOSNOS DE UNA PUTA VEZ”.

Muchos se lo agradeceríamos y ya de una manerasublime si al largarse dejaran aquí sus cuantiosas pensiones vitalicias, susfortunas amasadas con los dividendos procedentes de sus participaciones en los consejos de administración de las eléctricas, de las ganancias con laventa-compra de viviendas a fondos buitres…ah que en su marcha se llevaran laanacrónica institución monárquica.

Síndrome de Diógenes ¿Por qué?

Copio de Wikipedia:
El síndrome de Diógenes es un trastorno del comportamiento que se caracteriza por el total abandono personal y social, así como por el aislamiento voluntario en el propio hogar y la acumulación en él de grandes cantidades de basura y desperdicios domésticos. Afecta, por lo general, a personas de avanzada edad que viven solas.

Actualmente parece que este síndrome se aplica exclusivamente a las personas que cumplen con la parte final de la definición del síndrome es decir a los que acumulan  grandes cantidades de basura y desperdicios domésticos.

Se escogió para dar nombre a este trastorno de comportamiento al filósofo griego Diógenes de Sinope, quien si abandonó su persona pues llevó hasta sus últimas consecuencias su principio filosófico de no poseer nada de lo que para vivir no fuera absolutamente necesario, como muestra de esto tuvo como vivienda una tinaja que encontró abandonada y entre sus escasas pertenencias figuraba un cuenco para beber agua hasta que observó a un niño que para beber de la fuente utilizaba su mano, entonces se deshizo del cuenco. Es decir Diógenes no acumulaba absolutamente nada.

Creo que va siendo hora que al trastorno de comportamiento que tan mal se le ha puesto nombre se le cambie éste como un acto de justicia, 

Para mas información sobre la vida de este gran filósofo invito entrar en   Diógenes  de Sinope

Menos botellas de plástico y más botijos

Allá durante la séptima década del vigésimo siglo de la era cristiana, en FEMSA teníamos un botijo en cada departamento. Los aprendices estábamos encargados de mantenerlos con agua.

Cuando se rompía se compraba a escote otro junto con 1/4 litro de anis de la Alcoholera de Chinchón. La primera agua que recibía se anisaba con el Chinchón y se mantenía durante por lo menos 24 horas con el fin de que el botijo perdiera el sabor a barro que transmitía al agua. Yo consideraba a esta operación como el bautismo con el que se redimía ese pecado original llamado sabor a barro.

Periódicamente FEMSA recibía la visita de un inspector de FIAT, nuestro principal cliente, quie era enemigo de los botijos pues les acusaba de antihigiénicos, a este inspector se le bautizó con el apodo de Comodore Botijo, y a los aprendices se nos encargó la misión de esconder los botijos el día anterior al de su visita