Debió ser en el 2004, Rajoy hizo una frase que por lo menos parte de ella se componía de: esto no lo conoce ni el Tato. En diversos periódicos se publicaron historietas cuyo personaje central era un torero con este apodo "El Tato", cada una de estas historias se desarrollaba en distintas épocas, es decir debió haber numerosos Tatos.
Yo conocí a otro Tato, del cual nadie se hizo eco.
Sería yo muy chaval cuando un 22 de mayo, Santa Quiteria, patrona de Alpedrete, lugar de nacimiento de mi madre. En su honor, el de la santa Quiteria no en el de mi santa Madre, se festejaban dos novilladas, de dos reses cada una, en la plaza del pueblo, ya sabes palcos construidos para la ocasión, cierres con carros de bueyes, y los chicos colándonos por donde podíamos.
Nunca lo olvidaré.
Aquel Tato se puso con ambas rodillas en tierra, delante del toril, el capote tendido en el suelo, salió el bicho a la carrera, pletórico de fuerza, el novillero moviendo únicamente los brazos consiguió que la res se encelara con una de las puntas del capote haciendo que aquella carrera tomara una trayectoria circular casi completamente cerrada, de centro el propio Tato, y digo casi cerrada porque llegado el momento oportuno el Tato recogió el brazo dándole la salida. A esto mi Padre lo llamó pase de farol.
Del resto de la corrida no recuerdo más. Debió satisfacer completamente al público y a la presidencia, ya que le dieron todos los trofeos posibles. Si recuerdo perfectamente, que parte del respetable, gritaba. ¡Qué le den el Toro! y tampoco olvidaré a Ismael, uno de los mozos encargados del arrastre, no había mulillas, que desde la arena se volvió diciendo. ¡Que le den el toro, menos los cojones que son para mi!.
Debo aclarar que los novillos eran costeados por todas las familias del pueblo, y al día siguiente el carnicero repartía la carne, y por supuesto las criadillas se comían en las juergas de los mozos.
Aquella novillada fue la última en la que participó el Tato. En la semana siguiente, lo que no consiguió el novillo lo hizo un camión, el Tato iba en una motocicleta y fue arrollado. Las crónicas no especificaron quien tuvo la culpa. Yo me dije que El Tato en todo momento vivía arriesgadamente.
Te juro que en Alpedrete lloramos más de uno
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