Hace unos días vi y oí, en canal cuatro, un corte de la homilía del arzobispo de Pamplona en Valladolid.
El sermón, como era de esperar, trataba de la semana santa, y por supuesto sobre el martirio y muerte de Jesús de Nazaret.
Hasta aquí parece lógico dadas las fechas, y por lo acostumbrados que estamos últimamente a oír barbaridades de boca de los jerarcas de la iglesia también entra dentro de la normalidad el desatino correspondiente al corte del discurso.
Haciendo referencia a la muerte de Chantal Sébire, la mujer francesa a la que los tribunales de su país habían negado el derecho a una muerte digna, el arzobispo dijo algo así:
"..... hemos de advertir que se confunde el término muerte digna con lo que en realidad es miedo al dolor. Jesús murió sin cuidados paliativos, teniendo una verdadera muerte digna....."
Como ves, el arzobispo de una tacada trató con excesiva frivolidad dos asuntos candentes en nuestra sociedad:
1. La Eutanasia. Comprendo que sobre este asunto, como en todos, haya diversidad de opiniones, y que la iglesia pueda estar en contra, y por lo tanto, sus dirigentes tengan el derecho de trasladar esta opinión a quien quiera oírles. Pero considero deleznable el tildar la petición de Chantal de miedo al dolor. ¿Miedo a qué dolor? ¿Al dolor que ya sufrido durante varios años?¿Al dolor físico a soportar hasta su muerte o al dolor inducido a sus seres queridos por observación de su sufrimiento? Esta actitud es inadmisible en un dirigente de una institución que presume de abanderar la caridad. Para terminar como lo ha hecho Chantal, no tenía necesidad de cuestionar a todo el aparato estatal francés, al que puso en la picota, no en su propio beneficio, sino para conseguir que otras personas en su circunstancia, no tengan que padecer el mismo tormento, Sr. arzobispo, Chantal no actuó por miedo al dolor, al contrario para enfrentarse a la "justicia" tuvo que ser muy valiente. Deseo firmemente que su acción produzca resultados inmediatos.
2. Los cuidados paliativos. El sermón de un arzobispo no se improvisa. Es más juraría que no lo redacta en solitario, seguramente se hace con la ayuda de un equipo de asesores. Quiero decir que sacar a relucir los cuidados paliativos no obedece a la casualidad, más bien diría que se hizo con la idea de machacar sobre el controvertido caso Leganés, hay que echar una manita a los correligionarios dirigentes de la Comunidad Madrileña. El pastor de la iglesia debería tener más cuidado para no provocar contradicciones entre los miembros de su propio rebaño, y afirmo, basándome en sus mismos documentos, que si Jesús careció en sus últimos momentos de los cuidados paliativos, no fue porque no lo pidiera "¡padre! aparta de mi este cáliz..." si no porque no fue oído, y bien que se lamentó "¡padre! ¿por qué me has abandonado?"
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