El pasado sábado decía el periódico "Público", que Jorge Lorenzo había cogido miedo a la moto... "tras mis cinco accidentes consecutivos, en competiciones, ya no soy el mismo que era al principio de temporada...".
Para mi ésta es una noticia cantada, y considero que es una buena noticia, ya que puede evitar la otra, la del probable accidente definitivo, que se hubiera producido si a Jorge no le llega a picar el gusanillo de la cordura, véase que no digo el del miedo.
En el primero de los cinco accidentes Jorge se fracturó los dos tobillos, tras la carrera siguiente a dicho accidente, en la cual participó Jorge, me hice una serie de consideraciones y o preguntas;
1. Este joven es un loco insensato si no ¿Cómo se le ocurre participar seriamente lesionado ?
2. Al correr en estas condiciones, además de exponer su vida y la de los demás participantes, hace un flaco servicio a la sociedad. Los campeones del deporte suelen ser un ejemplo a seguir para los jóvenes, y el desprecio a la seguridad en el tráfico no es un patrón a seguir.
3. Los medios de información deportivos, son aún más insensatos, ellos no tienen el atenuante de la juventud, época de la vida que hace al hombre más aventurero, si no ¿Cómo se puede alabar como a un héroe al hombre que por dar "un nuevo título a España" es capaz de pasar directamente de la silla de ruedas al sillín de la moto? Para esta pregunta si tengo una respuesta, lo hacen por inmoralidad, es una forma de vender papel o ganar audiencia a costa de lo que sea.
4. El reglamento de competición o no existe, o es incompleto. Hace años me lesioné por culpa de una caída, por supuesto me dieron la baja laboral. Antes de mi completa curación, ayudándome con un par de muletas, visité una tarde a mis compañeros de trabajo, estando en la Fábrica me crucé con el responsable de Personal, y muy enfadado me echó una bronca, pues estando de baja, y todavía no repuesto, no debía entrar en la fábrica, las normas lo vetan. El reglamento de las competiciones motociclistas está muy atrasado comparado con nuestros reglamentos laborales, o acaso ¿Hay demasiado dinero en juego en el mundo de las carreras?
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