Después de dos meses desde la entrada en vigor de la ley que penaliza, con fuertes multas y pérdidas de puntos en los permisos de conducir, las infracciones de tráfico por exceso de velocidad o por conducir con niveles de alcohol en sangre superiores al valor permitido se constatan los siguientes hechos:
El primero una drástica disminución de accidentes de circulación en número y gravedad, con la casi total desaparición de víctimas mortales.
En segundo lugar ya se ha detectado un considerable ahorro en el consumo de carburantes con lo que la disminución de la factura de crudos ha dado lugar a una inversión de la balanza de pagos de nuestro comercio exterior siendo ahora sensiblemente positiva a nuestro favor.
En tercer lugar por el mismo motivo del punto anterior las emisiones de gases de efecto invernadero, achacables al tráfico rodado, han disminuido de tal forma que se convierten en acicate para que con nuevas medidas en otros campos veamos con mayor optimismo el cumplimiento de nuestros compromisos con el medio ambiente.
En cuarto lugar, no todo iba a ser camino de rosas, los distribuidores de carburantes denuncian unas pérdidas millonarias por lo que prevén que tendrán que despedir a gran parte de sus trabajadores.
En quinto lugar la asociaciones de hosteleros de carretera, (bares y restaurantes), se quejan por la pérdida de negocio por disminución en la venta de bebidas alcohólicas. También manifiestan que se verán obligados a despedir a gran parte de sus plantillas.
Las asociaciones de distribuidores de carburantes y las de hosteleros se están preparando para realizar conjuntamente protestas, manifestaciones y recogida de firmas en contra de la Ley. No descartan llamar a los conductores a acciones de insumisión. Para estas acciones se encuentran, si no apoyados, por lo menos no contestados desde el principal partido de la oposición.
Como la ley también penaliza a quienes conduciendo hagan uso del teléfono móvil sin utilizar el artilugio de manos libres, los distintos operadores de telefonía están a la espera de los resultados de las acciones de gasolineros y hosteleros para decidir las suyas propias.
Lo escrito más arriba es un sueño que tuve cuando se hablaba de la puesta en marcha de las nuevas ordenanzas sobre el tráfico, pero ahora este sueño se me antoja muy real cambiándole muy pocas cosas empezando por "tabaco" en lugar de "tráfico"
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