FEMSA FRAGA FUNERAL

Como denuncia de los sucesos de Vitoria, decidimos en asamblea salir en manifestación.

Al final de la jornada del turno partido, salimos por la puerta de la avenida de Hermanos García Noblejas.

El frente de la manifestación mostraba una pancarta en la que se decía "LOS CINCO MUERTOS DE VITORIA NO SON EL CAMINO HACIA LA DEMOCRACIA". 

Todos llevábamos una cinta negra en un brazo, y como correspondía en un acto de luto en absoluto silencio

Caminamos hacia la calle de Alcalá, al llegar a la misma divisamos el coche patrulla de la policía al otro lado del bulevar. Sus ocupantes  no reaccionaron, creo que al ver lo numeroso del grupo manifestante no se atrevieron a actuar hasta que recibieran refuerzos. Nosotros no pensábamos que íbamos a llegar tan lejos, unos quinientos metros, y no teníamos previsto la dirección a tomar a partir de ese punto y al recordar que los refuerzos policiales llegarían de la zona de Canillejas decidimos tirar por Alcalá hacia Ventas.

Ocupábamos la mitad de la calzada derecha dificultando el tráfico. Cuando la cabeza de la manifestación llegaba a la calle de Emilio Ferrari, unos setecientos metros más, aparecieron los antidisturbios y a golpe de sus porras nos disolvieron. Recuerdo que al tratar de huir corrí por la acera llegando a una situación sin salida cerrándome el paso la valla de la obra de un local comercial y un Seat 600 aparcado y por detrás un gris enarbolando su porra silbando muy cerca de mi cabeza, me salvé saltando por el capó del vehículo, tuve la sensación de que lo hice sin siquiera pisar dicho capó. 

Para evitar detenciones, teníamos previsto, que tras la disolución nos quitaríamos el brazalete, a pesar de ello detuvieron a tres compañeros: Juan Carlos Delgado y  Valentín Vinagre  ambos en la cabecera y portadores de la pancarta, y ya con la manifestación disuelta Carlos Sánchez, personalmente presencié esta detención, Carlos iba caminando con su aire particular de despistado y el brazalete negro aún en su brazo. Unos días después le dije: "Admiro tu valor, seguiste con el brazalete..." me contestó: " Qué valor ni que leches...fue puro despiste"

Cuando pasó todo se creó el gabinete de crisis dando cuenta a los abogados laboristas etc...

Carlos era y es un gran personaje digno de admiración, Doctor en Ciencias Físicas, gran investigador, becado en los USA junto a Javier Solana, la única persona conocida por mi que aparecía en Who'sWho, y además con una serie de valores humanos que superaban a los muy numerosos valores profesionales y académicos. Por todo esto su detención motivó que desde diversas esferas, incluida alguna embajada, se pidiera su inmediata libertad. Carlos rechazó todo trato de favor, si en el mismo paquete no se incluía a sus compañeros de infortunio. 

No recuerdo el tiempo que estuvieron detenidos, pienso que no más de tres días, por lo que posiblemente estuvieron ya listos para la siguiente convocatoria sobre el mismo asunto, que fue un funeral para las cinco víctimas de Vitoria en una iglesia de la calle Ibiza. Por supuesto era una convocatoria más general no como la espontánea manifestación Femsera.

Se recomendaba ir individualmente para no llamar demasiado la atención. Fui sólo y observé en los alrededores de la iglesia gran cantidad de coches patrulla de la poli e incluso del ejército. Sentí pena por los soldados, entonces de reemplazo, que iban a ser utilizados también para reprimir a ciudadanos como ellos mismos. La puerta de la iglesia estaba tomada por la Policía Social. Solamente vi entrar, sin que fueran interferidas, algunas señoras mayores, di alguna vuelta alrededor con el fin de aprovechar algún descuido para colarme, cuando en una de esas observé al compañero Luis El Mecánico entrar del brazo de su mujer sin ser molestado por los polis, y me dije esta es la ocasión. Fui decidido haca la puerta y ya en el umbral una mano se aferró a mi hombro, su dueño me dijo: "Ya está bien, te he visto dando vueltas largate o esta noche duermes en comisaría". Confieso que me acojoné, desde luego mucho más que cuando unos días antes sentí el silbido de la porra. Me alejé de la iglesia encontré a Alberto Moreno, no se si le había pasado algo por el estilo pero el caso es que nos despedimos y cada uno para su casa.

Paradógicamente, Fraga, quien nos impidió la asistencia al funeral de las víctimas de su ministerio, ha tenido esta semana su propio funeral con asistencia engordada con el más puro sistema franquista a base de autobuses fletados al igual que ocurría en los baños de masas que su admirado caudillo se daba en la PLAZA DE ORIENTE DE MADRID.