12 ene 2008

Barcelona



«……en la Rambla de Barcelona, un ancho paseo que empieza en la plaza de Cataluña y termina junto al mar, en el monumento a Cristóbal Colón. Allí, entre pájaros enjaulados, puestos de flores, hombres y mujeres estatuas y terrazas de café siempre abarrotadas, hay quioscos de revistas con un gran surtido en las principales lenguas y abiertos las veinticuatro horas del día. Allí en medio de aquel gran bullicio internacional, se puede comprar una bonita guía ilustrada de la ciudad: Paseos por la Barcelona científica…………..»

Esto que has leído forma parte del prólogo del libro de divulgación “Cara a cara con la vida, la mente y el Universo, de Eduardo Punset” No voy a escribir sobre él, aunque quizás lo haga cuando lo haya leído completamente, tan sólo diré que el prólogo entero ha traído a mi memoria los frecuentes paseos por las Ramblas durante aquel ya lejano año 1968.

Es muy cierto que los quioscos impresionan, como impresiona la ciudad en general, y como no sus gentes.

Vicente Morera había sido uno de los mejores profesores que habíamos tenido los de mi promoción en la Escuela, yo no entré con buen pie en su curso (¿1962?). Resultó que el primer día de clase estaba yo ausente. Morera era entonces un joven con la carrera de ingeniero recién estrenada y para empezar preguntó «¿Quién de vosotros es el gracioso de la clase?» Gallardo dijo «¿hoy no ha venido?». El resultado de estas dos frases fue que durante todo el curso estuve marcado.

En el año 1968, Morera fue nombrado director de la zona del Mediterráneo, dejando su puesto de director de fábrica S. Juan Despí, pero al despedirse del puesto pensó que Mejuto, con ya alguna experiencia en Baterías, mi puesto era el de Experimentación Acumuladores, podría ser con quien se iniciara en fábrica un nuevo puesto en el departamento de Ingeniería. Tras las oportunas gestiones fui cedido por un año a la fábrica. (Parece esto una crónica sobre acuerdos entre equipos de fútbol).

Con Vicente Morera me trasladé a Barcelona, fue mi padrino del aire, aquel era mi primer vuelo. Y en la fábrica de S. Juan pasé aquel año.

Ese año es uno de los que mejores recuerdos de mi vida laboral me han dejado. Tanto desde lo profesional como el de ampliación de mis amistades con muchos compañeros de los que el tiempo me ha ido alejando, y aunque parezca ñoño o pesado, por si esto llega a ellos o alguno de sus familiares, sepan que me sentí honrado con la amistad de Arús, Campderrós, Cruz, Forner, Guilera, Gustavo, Mas, Masip, Nuri, Oliete, Osma, Ribot, hermanos Solé, Vinuesa,…..

A Barcelona he vuelto muchas veces. Este año en marzo tengo programado ir, pasearé de nuevo por las Ramblas, seguiré asombrándome con los quioscos y compraré la guía Paseos por la Barcelona científica………..

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