16 abr 2009

SI TU VIDA SEXUAL FUNCIONA LO DEMÁS NO IMPORTA

Aunque esta frase publicitaria tiene una cierta antigüedad hoy me ha llamado la atención. Me ha recordado un caso real que sucedió en FEMSA, (¡Cómo no!)


Resultó que un colega, muy cercano a mi, se encontraba una mañana con una cara de verdadero sufrimiento, sentado en su lugar de trabajo medio retorcido por el abdomen...

Le preguntamos qué le ocurría y nos dijo que sufría de una úlcera de duodeno que de vez en cuando le provocaba unos dolores insoportables durante una semana más o menos, desapareciendo las molestias hasta un par de semanas después. Así alternaba semanas de sufrimiento con otras de paz.

La conversación se fue alargando y nos enteramos que siguiendo los consejos del doctor Ullá, se había quitado de fumar, no bebía y cuidaba mucho la alimentación, con eso conseguía alargar los periodos de paz, pero cuando de repente se despertaba la “gata”, le arañaba cruelmente en el estómago. (Pido perdón a Rafael Sánchez Ferlosio por apropiarme de la metáfora de la gata que tan magistralmente introdujo en su novela EL JARAMA).

Volviendo a la úlcera, entre los contertulios se encontraba el buen compañero Timoteo, quién expuso con su gracioso acento andaluz la siguiente tesis (en mi exposición ahorraré lo del acento):

Las úlceras de duodeno son producidas por las malas digestiones, que a su vez son consecuencia de los nervios que se te recogen en el estómago cuando tienes disgustos o preocupaciones. Esto se agrava cuando no gozas ni siquiera un instante de relajación en ningún momento del día. Tardas mucho en conciliar el sueño, y cuando lo consigues no lo haces profundamente. Con la falta de sueño el proceso se realimenta y la úlcera te machaca. Yo te puedo recomendar un método, pero si no te lo tomas a guasa.

Cómo te he dicho, para no realimentar el proceso, has de poder descansar profunda y relajadamente, no te voy a recomendar ningún tipo de somnífero, eso sería peor, solamente te diré que recuerdes cómo duermes tras haber echado un polvete, no me negarás que lo haces profundamente. Pues aplícate el cuento, prueba a no “fallar” ni una sola noche, durante una semanita, verás que es mano de santo”

Todos nos reímos con la ocurrencia, pero transcurrió el tiempo y el compañero, ese tan cercano a mí, no volvió a quejarse de su úlcera.

1 comentario:

Adycto dijo...

la práctica del sexo es fundamental para que las personas se equilibren