2 jun 2009

USO ALTERNATIVO

Realizando la labor más importante de un jubilado, trabajar en la Bolsa, en este caso la de la compra, empujaba yo el carro en un hipermercado dirigiéndome a la sección de productos de higiene, mirando la nota escrita por mi mujer en el renglón que decía "enjuague bucal", llegué hasta la estantería correspondiente descubriendo que sólo había un frasco del producto, alargué la mano hacia él. pero ¡Oh sorpresa! otra mano, por supuesto no mía, hizo lo mismo al mismo tiempo. Era la de una señora entradita en carnes que me dijo:
Por favor caballero, permita usted llevarme este frasco, para mi es muy importante, no le digo que es cuestión de vida o muerte porque sería una exageración, pero casi.
En otras circunstancias, es decir sin que me hubiera soltado el discursito que me pareció un disparate, no hubiera hecho yo oposición alguna a su deseo, pero la frasecita me dejó intrigado de tal forma que se me ocurrió decir:
Para mi también es muy importante, si voy a casa sin el frasco me voy a llevar una bronca de campeonato. Su caso no será tan dramático como el mío, permítame soltar el tópico de que usted, como mujer, es la responsable de las compras por lo que nadie le echará ninguna bronca.
Entonces me contestó.
Es cierto nadie me va a abroncar, yo misma me abroncaré, resulta que este producto me está ayudando muy eficazmente para mantenerme a dieta. Aquí se sonrojó visiblemente. Verá Usted, el verano se acerca, y deseo volver lucir el bikini en la playa, para lo cual he de perder unos kilos. Resulta que hace un mes descubrí que recién lavada mi boca, yo era incapaz de comer nada, no me apetecía ni los alimentos por los que siento gran debilidad, este descubrimiento me ha permitido encontrar un método infalible para mantenerme a raya, cuando la tentación me empuja hacia el frigorífico, cojo el frasco de enjuague, hago unas gárgaras con el líquido milagroso y tentación vencida. También es bueno venir al hiper con la boca recién enjuagada, evita la compra compulsiva y caprichosa...
No la dejé terminar, alargué mi brazo y le cedí el frasco.
Cuando llegué a casa busqué en la red y me enteré que el fuerte sabor que deja el "elixir" adormece las papilas gustativas...Ahora también empleo el mismo método
Amiguetes rellenos, ya sabéis una cosa más.
De nada

2 comentarios:

Von Kutren dijo...

Jo, que civiliado se ha vuelto el barrio... Antes habría mamporros por el frasquito ese, o por lo menos gritos e insultos.

Adycto dijo...

yuhuuuu!!! por fin una solución para poder adelgazar algo. Me viene perfecto porque en menos de un mes tengo la boda de mi hermano y, por el momento, no tentro en el traje. Me voy a entregar al elixir bucal!!