3 mar 2010

LOS PROFESIONALES, EL LIBRERO CACO

Caco, además de ser un ejemplar trabajador y buen compañero en Femsa tenía, un pequeño negocio familiar de librería - papelería en una galería de la Avenida de Aragón, hoy Calle de Alcalá. Fundamentalmente su librería se abastecía de lo que él llamaba fondos editoriales, no se bien que significaba este término, pienso que eran libros retirados ya de la venta en grandes librerías para hacer hueco a las novedades y esto permitía a Caco ofrecer la mercancía a precios muy asequibles.

Contaba Caco que en cierta ocasión un compañero de fábrica le encargó que le buscara " metro y medio de libros con el lomo rojo", resultaba que se había comprado un mueble para el salón de su casa que tenía un estante de esa dimensión y lo quería llenar. Con todo el dolor de su corazón el bueno de Caco, que era un gran amante de la cultura, le sirvió el pedido a plena satisfacción del cliente. Me hubiera gustado indagar más sobre este asunto para llegar a saber si una vez los libros en el estante habrían ejercido el magnetismo suficiente como para hacer que el dueño del mueble hubiera empezado a aficionarse a la lectura. Pero Caco, haciendo gala de lo que el llamaba respeto por el secreto profesional no reveló nunca la identidad de su cliente. pero si dijo que para acallar los reproches de su propia conciencia, muchas veces, había deseado con toda su alma que aquel conjunto literario sirviera para misión más noble que la simple función decorativa.

He de confesar que pasado un tiempo desde el anterior episodio, yo también hice una compra de libros a Caco y no por tener interés en leerlos...

Julián un compañero de mi departamento llegó un día con la noticia de que le había salido un trabajillo para por las tardes, después de la jornada laboral, consistente en la venta a domicilio de una enciclopedia en cómodos plazos. El producto era una de esas obras en varios tomos que en principio iba dirigida a estudiantes del Bachillerato elemental. A Julián le dieron un cursillo rápido de ventas especialmente diseñado para el producto de marras. Mostrando el catálogo de la obra, (nunca mejor dicho como ya se verá más adelante) y con su acostumbrada forma de detallar las cosas contaba: "Esto se vende vende sólo, a mi me dan una lista de los clientes a visitar la cual procede de los colegios religiosos que imparten enseñanzas de bachiller, por supuesto en esta lista viene el nombre del alumno, cuando llegue a la vivienda del posible cliente y me abra uno de los progenitores de la criatura estableceré la siguiente introducción "¿Vive aquí el alumno del colegio XXXX Fulanito de tal? vengo de parte del colegio a charlar con él" Aparecerá el crío y al ver a la familia con cierta preocupación continuaré mi perorata "Por favor no se preocupen, el chico es un excelente alumno, yo vengo para ayudarle a que siga siéndolo" Entonces saco un par de tomos y empiezo a detallar las excelencias de la enciclopedia advirtiendo que es una obra de consulta diseñada para ayudar a los alumnos de bachillerato. El mismo chaval te ayuda a venderla convenciendo a su padre...

Yo siempre he sido enemigo de las enciclopedias por considerarlas que abarcan muchos temas pero sin profundizar en ellos y en este caso me parecía no muy ético aprovecharse de una información privilegiada para endosar a cualquier familia algo que no iba a ser de provecho ,y así se lo dije a Julián.
Unos días después se me ocurrió preguntar a Caco si él podía agenciarme la enciclopedia y en caso afirmativo a qué precio. Me dijo que sí y el precio resultó ser muy inferior al que ofrecía Julián, se lo hice saber y al responderme con incredulidad le compré la enciclopedia, a Caco ¡también a plazos!. Al comprobar Julián los hechos abandonó el negocio y yo cargué con unos tomos inservibles para otra cosa que no fuera nada más que adornar el mueble del salón y que un día al comprobar que la dichosa enciclopedia pertenecía a la editorial del opus dei acabaron los tomos ardiendo en la chimenea de mi casa de Pelayos de la Presa.

2 comentarios:

Adycto dijo...

el maravilloso mundo de la venta a domicilio ya está practicamente desaparecido en la actualidad pero era un chollo bien jodido....

matisao dijo...

Jose Luis, he leido tu ultimo articulo sobre los libros y aparte de recordarme vivencias de aquellos tiempos, me maravilla la memoria que tienes para narrar todos los hechos.Un abrazo, Rafa.