Justamente hace un mes que saqué a la luz la Parida "CATALUÑA Y LOS TOROS". En ella argumenté a favor del proceso que en dicha comunidad había acabado en la decisión del parlamento de prohibir las corridas de toros.
En un punto afirmaba que "la organización que empezó denunciando la crueldad de las corridas tendrá en su agenda iniciar el proceso de supresión del toro embolado"
Sigo pensando lo mismo sobre las intenciones de los activistas catalanes defensores de los animales, aunque, lamentablemente, en este proceso se encontrarán con otro escollo a superar ya que los mismos políticos que hace un mes votaron la prohibición de las corridas de toros, acaban de aprobar una proposición de ley que blinda en Cataluña los festejos taurinos que no acaban con la muerte del animal, los conocidos como Correbous
La afirmación de que en los festejos que se han blindado, el fin último no sea la muerte del astado, la crueldad a la que se le somete al animal no es menor que la que sufre en una corrida, por lo que no nos dejemos engañar por la doble moral de los políticos quienes obedecen no a su conciencia, pues carecen de ella, sino al resultado del estudio sobre qué decisión les puede reportar mayor número de votos en la próxima confrontación electoral.
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