Huelga General 29 S 2010

Cuando está dando fin la jornada de la Huelga General, ante los informativos de TV, se me ocurren dos reflexiones.

Seguimiento. Nos encontramos como siempre ante el baile de cifras, éstas varían considerablemente según la fuente atendiendo a los intereses del grupo social de procedencia.

Pero me llama la atención que siendo el metal y la construcción los sectores que históricamente más seguimiento han aportado a estos eventos, también lo han hecho en esta ocasión pero mejorando las cifras. Los datos que aparecen en los informativos apuntan a un seguimiento del 90% en ambos sectores. Este resultado sindical me hace creer ¿o desear? que esta huelga ha sido un éxito por mucho que Durán Lleida le diga a Zapatero, para amedrentarle aún más, que el éxito de una huelga solamente es tal cuando al gobierno contra él que se dirige se doblegue.

Cosa que debiera hacer si le queda algo de vergüenza política.

Piquetes. Los piquetes informativos han actuado siempre generalmente pacíficamente, no me escondo en manifestar que yo mismo he participado en muchas ocasiones en ellos. Si alguien se sentía coaccionado por ellos esta coacción obedecía más a su propia conciencia que a la acción de los piquetes. Una Huelga General no se convoca por capricho, siempre obedece a la necesidad de defensa de derechos de los ciudadanos, quienes no la secundan a pesar de estar afectados por la pérdida de estos derechos actúan así por varios posibles motivos: ignorancia, miedo, comodidad, voluntad de no perder un día de salario... la misión de los piquetes es la de contrarrestar estos motivos y no me cabe la menor duda de que en la actualidad los piquetes actúan igual que antaño, pero sí observo varias diferencias en el comportamiento que tienen quienes no secundan la huelga:

• Agresividad. No tengo noticias sobre que en anteriores huelgas haya habido atropellos de integrantes de piquetes por la acción de conductores que no secundan la huelga. En esta ocasión son varios los activistas de piquetes atropellados en las entradas de polígonos industriales, mercados centrales...Sin olvidar los disparos al aire de la policía ante trabajadores en la puerta de una empresa de Getafe (Madrid)
• Sentido de vergüenza. En otras ocasiones los antihuelguistas no se mostraban ante las cámaras de TV y menos haciendo declaraciones, al contrario intentaban pasar desapercibidos, quizás sentían vergüenza de que sus propios familiares descubrieran su actitud insolidaria. Esta tarde en TV sacaban a un cerrajero, muy feliz, por la cantidad de trabajo extra que le había caído en suerte al tener que limpiar de silicona algunas cerraduras del pequeño comercio. (No apruebo el empleo de la silicona ni de ningún otro medio con el mismo fin)

Resumiendo: El seguimiento a la Huelga apunta a un éxito de la misma, pero los sindicatos no deberían apuntarse tal éxito ya que si se ha dado, ha sido a pesar de ellos mismos, como lo demuestra la tardanza en la convocatoria, la falta de información/formación hacia los convocados y el retroceso que permite a los insolidarios a no importarles aparecer como tales y a agredir con sus vehículos a quienes les intentan informar