26 oct 2007

Don José, el Polaco

Don José Wirwa, héroe partisano en la Segunda Guerra Mundial, con grado de Coronel.
Antes de la invasión nazi, era Catedrático de Historia Polaca, rector de Universidad, no se si la de Varsovia.

Era un hombre profundamente religioso, católico, motivo por el cual aún siendo un héroe luchador contra los invasores de su país, pasó a ser del bando opositor al régimen establecido en Polonia tras la guerra.
Se exilió en España, cayendo en nuestra Escuela, no se exactamente cómo denominar su puesto, hacía de todo:
Los partes de clase
Imponía el orden cuando faltaba un profesor. ¡ Méeejuto a pasilio !
Emitía las calificaciones mensuales
Recogía el enterado de las mismas.
Se encargaba del material…


Y...escribía un libro muy gordo, sus memorias. El mejor recuerdo que de él guardo, son las historias sobre sus hechos de guerra, nosotros sentados alrededor de él, en silencio admirativo, escuchándole en aquel mal castellano que quizás por ello adquirían mayor valor al obligarnos a aumentar la concentración. . .


Si antes he definido a Cerrolaza como al padre de todos los aprendices, a Dn. José, también por su actitud protectora, le otorgo el título de tío, pues el de madre podría tomarse a cachondeo.

Ni Don José se libró, de ser víctima de nuestras bromas: En clase de Prácticas de Electrónica, bajo la dirección del mayor de los hermanos Valero, montamos una pequeña emisora de radio, dos de nosotros se fueron al despacho de Dn. José, con una radio a transistores, asegurándole que por una emisora local estaban hablando de él. Desde la clase de electrónica emitimos un comunicado hablando de Dn José contando alguna de sus hazañas. No recuerdo que pasó cuando se dio por enterado de la farsa

Itero mi gran respeto hacia este hombre, por eso me sentí muy mal el día que le fallé, por la cara que puso pienso que a él, mi fallo, le sentó peor. Resulto que en el año 1960 le pedí permiso para faltar un par de días, habían venido mis primas y sus maridos de Francia a pasar unas vacaciones. Me comentó si podían hacerle el favor de llevar un paquete a Francia para su hijo que residía en París. Yo lo consulté y mis familiares me dijeron que si. Dn. José me preparó un paquete monumental, fundamentalmente compuesto de ropa. Cuando lo vieron mis primas se negaron a llevárselo y yo se lo devolví a Dn. José muerto de vergüenza al soportar la frase equivalente a lo prometido es deuda.

Enfermó de cáncer, el final de su vida lo pasó ingresado en un sanatorio por Valdelatas, nunca le faltó una visita de los aprendices, y cuando murió fue enterrado en el cementerio Polaco de Paris. Hasta la frontera francesa acompañaron al coche fúnebre, y a su hijo, los compañeros Antonio Pérez Gutierrez, Enrique Navarro y Julian Moreno, aunque calladamente, siempre les he agradecido este acto de representación de toda la Escuela.

JLMejuto

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo contigo, en el tiempo de la escuela de apredices de FEMSA era una persona importante para todos nosotros, yo tambien le guardo un grato recuerdo. Alfonso Gómez Alarcón