La primera en la Casa Encendida: una muestra presentada por la ONCE sobre la escritura Braille. Yo tenía una idea del sistema en cuestión, pero hay que ver la exposición para comprobar la inmensa importancia que para los invidentes significa el sistema Braille. Lo primero que se muestra es un vídeo en el que varios ciegos manifiestan opiniones sobre la escritura Braille.
En particular me impresionó la manifestación de uno de ellos al afirmar que gracias al Braille los ciegos podían ser más libres al conseguir sacudirse la necesidad de asistencia para participar biunivocamente en el conocimiento, en la cultura, en la información...
Tras este preámbulo audiovisual se visita la exposición dividida en cuatro módulos en los que se muestra desde la más primitiva máquina de escribir en Braille, de antigüedad anterior al 1870, hasta el conjunto Ordenador- Impresora que puede dar el resultado escrito con alfabeto normal o en Braille, a elección. Es curioso que según se escribe cada palabra la devuelve fonéticamente el ordenador por si necesita corrección.
Otras aplicaciones interesantes para la vida cotidiana es una especie de marcadora similar a la conocida "cinta Dimo", pero en Braille. Como ejemplo de aplicación se muestra los tarros de una cocina con la cintita informando el contenido de cada uno de ellos.
Solamente la industria farmacéutica está obligada a incluir en los envases de sus productos una información en Braille. Voluntariamente, los fabricantes de otro tipo de productos (limpieza, galletas, un vino riojano y toda la gama de la marca propia de Alcampo), van marcando sus envases con información básica en Braille,
Aconsejo la visita, tras la cual te sentirás más próximo a los invidentes y echarás en falta que en las grandes ciudades no se haya erigido un monumental Monumento, redundancia adrede, en honor de Louis Braille.
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En Caixa Forum hasta el 31 de Octubre se puede visitar la exposición Camboya.
Me llevó hasta ella el saber que se exponía una gran colección de fotografías de Gervasio Sánchez, al que admiro profundamente por su valentía al denunciar con su obra las mayores injusticias sufridas por los más vulnerables en todos los conflictos armados de nuestra época como se puede ver en otra de Mis Paridas Gervasio Sanchez.
En esta exposición la cámara de Gervasio muestra con una crudeza, que ni el color es capaz de dulcificar, los horrores padecidos por la población civil camboyana, a consecuencia de las minas antipersonas sembradas en más del 40% de su territorio.
Algunos datos:
La mayor parte de las victimas lo fueron tras firmarse la paz. Practicamente todas ellas a consecuencia de las minas antipersonas
La mayoría de las víctimas, muertos o lisiados, son niños.
Una mina explosiva tiene un coste inferior a cinco euros, el proceso de desactivación cuesta unos setecientos
Minar una superficie equivalente a un campo de fútbol se hace en menos de diez horas, la desactivación ocuparía un tiempo de tres meses.
Camboya es el país de la tierra con más victimas por las minas. Una persona cada 250 habitantes, pero ojo hay una provincia en la que este índice es una persona de cada noventa habitantes.
La población se alimenta, fundamentalmente, de arroz y pescado. Tienen grandes proyectos para mejorar la producción y salir de la pobreza, pero les es muy difícil llevarlos a cabo ya que necesitan desviar muchos recursos para la desactivación de las minas.
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