21 jul 2009

MORATINOS EN GIBRALTAR

Parece ser que en la agenda de la visita del ministro de Exteriores a Gibraltar está como asunto principal el tratar, con los responsables gibraltareños, los problemas laborales de los trabajadores españoles de la Roca.
Un buen principio para culminar ese fin con éxito, es la reunión previa que Moratinos tendrá o ha tenido con los alcaldes de las localidades del Campo de Gibraltar
Los voceros genoveses, repitiéndose en su actitud descalificadora ante todo acto del ejecutivo, ya han puesto el grito en el cielo pidiendo la anulación de la visita.
Creo que me he pasado, no siempre atacan las posturas del gobierno.
No pidieron la suspensión del viaje, de la reciente visita de Moratinos a Guinea Ecuatorial .
Con esta visita estaban de acuerdo.
¡A los peperos se les ve el plumero!
Para ellos visitar Gibraltar es dar una muestra de reconocimiento al gobierno de la Roca, pero visitar Guinea no es reconocer la legalidad de un estado a cuyo frente está un sanguinario dictador.

1 comentario:

Sisifo dijo...

Yo creo que, vaya o no Moratinos a Gibraltar, ni se reconoce ni se acepta nada sobre su soberanía. La postura española es inamovible en ese aspecto. Ese asunto está más que trillado, incluso con resoluciones de la ONU que el Reino Unido ignora.
También hubo un tiempo en que estuvimos volando con una aerolínea española, Iberia, a su aeropuerto (“su” de Gibraltar, no “su” del Reino Unido) construido en 1938 sobre terreno neutro y apropiado unilateralmente por los gibraltareños, sin que nadie haya protestado, o al menos no mucho. Se suprimió ese vuelo por cuestiones de rentabilidad, no por política internacional.
En 2004 se crea el llamado Foro Trilaterral de Diálogo sobre Gibraltar cuyo objetivo es buscar acuerdos de colaboración dejando a un lado la soberanía. El primer encuentro se celebra en Córdoba el 18 de septiembre de 2006. Alcanzan un acuerdo "histórico" que incluye el uso del aeropuerto y el pago de pensiones a españoles que han trabajado en Gibraltar, entre otros asuntos. El segundo se celebró en Gibraltar el 21 de julio según estaba establecido en el marco del desarrollo de esta vía de diálogo.
Nada tiene que ver esta visita de Moratinos ni tiene similar parangón a cuando se reabrió la verja para peatones en 1982, nada más tomar posesión el presidente González, después de cerrarla Franco en 1969. Al parecer a los primeros transeúntes que cruzaban la verja las autoridades españolas les ponían en el pasaporte un sello de “frontera”. Rápidamente reaccionaron ante tan desafortunado incidente sustituyéndolo por otro con la leyenda: “control de policía”. (“Verja” para España, “frontera” para el Reino Unido).
Recordemos que en el Tratado de Utrecht (1713), en su artículo X se dice que "el Rey Católico, por sí y por sus herederos y sucesores, cede a la Corona de la Gran Bretaña la plena y entera propiedad de la ciudad y el castillo de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen". No obstante, se cede "sin jurisdicción alguna territorial y sin comunicación alguna abierta con el país circunvecino por parte de tierra". Se añade además que "si en algún tiempo a la Corona de Gran Bretaña le pareciera conveniente dar, vender o enajenar de cualquier modo la propiedad de la dicha ciudad de Gibraltar (...) se dará a la Corona de España la primera acción antes que a otros para redimirla".
Ese momento no ha llegado.