21 nov 2008

ANOCHE MIENTRAS DORMÍA...

tuve un sueño revelación:

Paseaba yo por El Retiro madrileño cuando al torcer por un sendero limitado por ambas filas de aligustres perfectamente podados, me di de bruces con Epicuro y como la cosa más natural del mundo le dije:

-Dejaste esta vida hace más de dos mil años, tu vuelta significa que no desapareciste, si no que te fuiste a otra existencia en la que tu, ni yo hasta ahora, creíamos ¿cómo puedes solucionar este enigma?-

Recogiéndose su túnica se sentó en un banco de piedra y me invitó con un gesto de su mano a que yo hiciera lo mismo a su lado. Una vez acomodados, con la forma en la que yo siempre le había imaginado dando sus clases magistrales a sus discípulos del Jardín, soltó el discurso siguiente.

“En efecto, contrariamente a mis creencias, existe otra vida después de la muerte, y por supuesto existe Dios y el Paraíso en el cual estoy, como tu dices, desde hace casi dos mil trescientos años.
No perderé el tiempo contándote cómo es el Paraíso ni cómo son los placeres que gozamos allí, pues sería difícil que llegaras a hacerte con la idea del significado de infinito.

Pero no en todo estaba yo equivocado. Inmediatamente después de mi muerte terrenal ingresé en el Paraíso, encontrándome allí con muchos de los filósofos ateos que me precedieron A lo largo de estos veintitrés siglos, fue engordando esta nómina con personajes de reconocido ateísmo como:

Lord Byron, Mark Twain, Friedrich Nietzsche, Sigmund Freud, George Bernard, Shaw, Joaquín Dicenta, Emma Goldman, Pío Baroja, Bertrand Russell, León Trotsky, Gora, Jean-Paul Sartre, Albért Camús, Isaac Asimov Andy Warhol, Carl Sagan, Marlon Brando

En general, no entraban en el Edén los que habían sido elevados a los altares por las distintas iglesias cristianas, ni los creyentes practicantes.

El motivo se puede explicar muy sencillamente ya que se cumple aquello que yo enseñaba en EL JARDÍN
…si Dios es perfecto, Él no necesita ni desea nada de nadie, ya que si Él necesitase o desease algo, no sería Dios sino un ser infeliz e imperfecto…
Es decir no necesita que se le adore, si no al contrario para Él es un insulto esa acción de sumisión que se realiza de manera egoísta ya que no persigue otra cosa que gozar en la otra vida de los placeres del Paraíso. Es por esto que los ateos que en vida han sido útiles a sus semejantes, que han cuidado la tierra como patrimonio no sólo de los presentes sino también de los futuros humanos y que por su condición de ateos han actuado sin esperar nada a cambio, es por esto repito que son estos ateos merecedores del gran premio"


Así acababa su discurso, yo le repliqué que a mi me acababa de hacer un flaco favor, pues si me llegara a creer todo lo que me acababa de decir, lo lógico es que yo abandonara mi ateísmo con lo cual me privaría de este beneficio.

Epicuro se dispuso a contestarme, pero mala suerte, en ese instante sonó el despertador.

Esta noche pienso volver a dormir con las gafas puestas, véase la narración, http://femilia.blogspot.com/2007/12/sueos.html , con la esperanza de volver a encontrarme con Epicuro para preguntarle por la existencia del infierno….
Xoseolo

1 comentario:

Anónimo dijo...

sobre el cielo ateo, muy bueno.
como tú dices, con ese planteamiento entras en una paradoja: si crees
qe hay cielo no eres ateo y por tanto no vas al cielo. para ir al
cielo debes mantener tu ateísmo, pero entonces no crees en el cielo.

sentir a dios, y por tanto creer, no prueba su existencia:
mira este enlace de youtube:
http://es.youtube.com/watch?v=RorkCUD86vQ

Sisifo