Ahora en cada puesto de trabajo, mesa, de toda oficina se encuentra un ordenador personal, normalmente conectado en red etc...
En tiempos no tan lejanos esto no fue así. Nos apañábamos con el correo interno y externo en papel etc, para cálculos nos apañábamos con los dedos......
Cuando aparecieron las calculadoras de mano ni siquiera se consideraban como una herramienta que la Empresa tuviera obligación de dotar a los empleados.
Las primeras calculadoras científicas HP21, y las de gama superior con 49 pasos de programa nos maravillaban al verlas funcionar en las manos de los afortunado poseedores de las mismas, pero conociendo su precio sin esperanzas de tener una a nuestro servicio.
Creo recordar que HP sacó una oferta tentadora, si se compraba un número suficiente de ellas se obtenía una sustancial rebaja. Para que la rebaja fuera realmente tentadora se debería de comprar un mínimo de cien calculadoras.
Creo también, que fue el compañero Juan José Morales quien tuvo la feliz idea de iniciar una lista de posibles interesados. Morales buscó colaboradores y enseguida me uní a su equipo.
Cuando empezamos a tantear el "mercado" comprobamos que las dificultades eran insalvables, la mayoría de los posibles clientes opinaba que el precio era caro, y alguien apuntó que si por lo menos se pudiera pagar en doce plazos sería otra cosa.
Sin mucha convicción, entonces se nos ocurrió plantear al director de DEP, el Sr. Catalina, esta posibilidad. Tuvimos la agradable sorpresa de contar con su apoyo.
Nos pusimos manos a la obra y conseguimos, ampliando el campo de operaciones con otros departamentos de la Fábrica, llegar al cupo. La Empresa compró las calculadoras, y nos fue descontando de la nómina su valor en doce plazos mensuales.
Yo opté por la máquina con los 49 pasos de programa, y puedo asegurar que durante mucho tiempo la saqué buen provecho en el trabajo y cuando la jubilé, al conseguir otra, ésta regalada, que se podía programar en BASIC, me dio pena y la seguí usando esporádicamente y cada vez menos hasta que hice un programa que daba como resultado números enteros aleatorios del 1 al 6, es decir un dado, para poder jugarnos el café de máquina tras la comida del mediodía.
En 1992 me trasladé a Fábrica de Guardamar, la máquina se quedó con los compañeros que permanecieron en Madrid dándoles servicio no se hasta cuando.
Pienso que mi máquina tuvo un final feliz, una divertida jubilación dando ese tranquilo ludoservicio, me alegro por ella ya que se que no todas sus compañeras tuvieron tanta suerte, me explico:
La máquina de Francisco Peña desapareció sin dejar huella, ¿objeto de un hurto?, juzgad vosotros mismos. Un día observé que Paco Peña estaba triste, le pregunté si tenía algún problema y me dijo que si, le habían sustraído su máquina.
Le dije que quizás estaba extraviada, y si alguien la encontraba, yo pensé que había sido dentro del recinto de la Fábrica, como estaba registrado el número de serie, la recuperaría.
Me dijo que no, que él era cofrade de la Adoración Nocturna de Nuestra Señora. Todos los años , una noche, celebraban dicha adoración. Durante el evento del presente año, él estaba sentado en uno de los bancos de la iglesia. Cuando fue a comulgar dejó la máquina, con otras pertenencias, en el banco, al volver de comulgar vio que la máquina ya no estaba.
Paco me miró fijamente, quizá pensando que yo me iba a reír, y me dijo. LO SIENTO MÁS AL SABER QUE EL LADRÓN ES UNO DE MIS PROPIOS COMPAÑEROS, UN COFRADE, QUE POR EL VALOR DE LA MÁQUINA.
Nota para Morales: Si esto lees, observarás posibles errores en el cupo, modelo de máquinas etc. Tampoco recuerdo la fecha.Te agradeceré me lo digas para corregir.
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